Algunas actividades vinculadas con el mundo de la ecología pueden proporcionar experiencias de aprendizaje para que los niños puedan entender mejor la naturaleza y los procesos que se producen en ella. Un campo de estudio que proporciona una amplitud considerable de opciones es el de la ecología sonora, interpretando el espacio y el paisaje que nos rodea a través de los elementos que lo conforman. Todo ello utilizando el sonido como elemento vehicular. En un entorno saturado de imágenes, donde los niños y niñas se educan y forman utilizando casi únicamente las percepciones visuales, resulta innovador plantear una vertiente formativa a través de las percepciones sonoras, lo que supone un punto de inflexión focalizando su percepción en el oído. Si, además, este tipo de actividades se complementan con una serie de componentes educacionales desde edades tempranas, en donde los niños puedan aprender cuestiones relacionadas con la geografía y la cultura que le rodea, comparándolas con otros lugares del mundo, la combinación sería única.
Introduciendo determinados elementos culturales, sociales y/o geográficos, el niño/a puede aprender sin darse cuenta que existen diferentes sociedades y que cada región tiene sus propias características y costumbres. Todo ello contribuirá a crear en el niño una actitud abierta y tolerante hacia los demás, ampliará su curiosidad por todo aquello que es ajeno a su entorno social y pondrá los cimientos para lo que puede ser un viaje responsable e integrador con los lugares que visite en el futuro. Combinando iniciativas en este sentido con la ecología sonora, podemos conformar una metodología didáctica que estará centrada en la escucha activa, el silencio, la generación de sonidos y la ubicación en el espacio-tiempo de los mismos, con las dosis necesarias de atención, concentración, memoria, desarrollo del lenguaje y empatía que se requieren para ello. Una forma de llamar la atención de los pequeños y jugar con sus sentidos.
Imaginemos actividades como apreciar sonidos que provienen de los entornos naturales y de la naturaleza que nos rodea (ríos, bosques, sonidos atmosféricos, fauna del entorno, animales de la granja, etc.). Se pueden relacionar los sonidos con los principales elementos que conforman el patrimonio natural o la biodiversidad del lugar, pero también elementos etnográficos, culturales o tradicionales, comparando la región local con otras. Interpretar sonidos que provienen de recursos naturales (agua, al viento, el calor / el sol, el fuego / biomasa, etc.), acompañando los sonidos con explicaciones sobre los usos sostenibles que podemos darle a los recursos naturales, relacionándolos con las energías renovales. Comparar todo ello con sonidos urbanos, distinguiendo cuando estos se convierten en ruido (tráfico, coches, máquinas, obras, teléfonos, gente hablando…). En este sentido, la contaminación acústica también es contaminación, aunque muchas veces ni lo apreciemos por lo acostumbrados que estamos al ruido, sobre todo en entornos urbanos.
Unidades didácticas como estas son cada vez más demandadas por profesores o madres y padres que buscan alternativas a un sistema educativo que, por lo general, es demasiado lineal y previsible. ¿Qué son juegos ecológicos para niños? Son aquellos que despiertan en los niños actitudes positivas hacia el cuidado y respeto del paisaje y el medio ambiente. Aquellos que permiten aprender a saber distinguir que es la contaminación ambiental y disfrutar de los sonidos sin ruidos. Aquellos que facilitan conocer la biodiversidad y el patrimonio natural del entorno que rodea los niños a través del aprendizaje cognitivo. La ecología sonora permite todo esto y, además, potencia y desarrolla la creatividad. Fomentando la imaginación de los niños, estos pueden salirse del guión pre-establecido y volar a través de sus percepciones y sentidos. Puede parecer algo evidente, pero que parece olvidarse cada vez más en las aulas.
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¿porque no crear escuelas en los bosques?que l@s niñ@s crezcan y se eduquen en un entorno natural,aprender a respetar a la madre Naturaleza.
Acabo de leer tu post y me ha parecido muy interesante, estoy totalmente de acuerdo y considero que debemos de educar más a nuestros hijos en la ecología. Te dejo un enlace de un artículo que leí hace poco y que tiene relación con lo que comentas.
http://babyradio.es/blog-entrada/106/2013-02-05/educacion-ambiental-para-nins-con-necesidades-especiales-el-huerto-como-terapia