Reflexiones

Hace días que tengo pendiente comentar un tema que me preocupa bastante. Me siento periodista de los pies a la cabeza y, como tal, asisto con suma incredulidad y asombro al deterioro y contínuo desgaste de la clase periodística y de los medios de comunicación en general de este país. Hemos entrado en una espiral sin sentido, en donde priman más los intereses económicos de las empresas editoras de los medios. Eso por no hablar de la línea editorial impregnada de la ideología de éste o aquél, por encima del deber de informar, siendo lo más «honestamente» subjetivo que se pueda. Y lo digo así, porque creo y considero que la objetividad como tal no existe: nuestras ideas siempre estarán presentes, pero se trata de que no influyan en el sentido que se le de a una noticia. Dicho esto, conviene adentrarnos en un caso reciente y muy significativo.

Me considero lector asiduo del diario El País. Y cuando digo lector asiduo, quiero decir defensor a ultranza del que considero, en líneas generales, el mejor periódico que hay en España. Creo que, en mayor o menor medida según la ocasión, siempre puedes llevarte una idea veraz gracias al acertado enfoque que le suele dar a cualquier hecho noticioso. La cuestión es que, desafortunadamente, una vez más los intereses económicos y empresariales se han impuesto al criterio periodístico, por mucho que quieran echar balones fuera y hacernos creer que sus razonamientos son ciertos. Creánme cuando afirmo, por mucho que me duela, que la credibilidad de El País y, sobre todo, de su director Javier Moreno, se han visto seriamente dañadas.

Todo comenzó este pasado verano, cuando el Gobierno, en un Consejo de Ministros, aprobó por decreto ley (una fórmula empleada sólo en casos extraordinarios) la TDT de pago. La medida, un tanto atropellada, trae consigo un guiño encubierto a Mediapro, la principal productora de La Sexta y enemigo de PRISA, la editora de El País, en la llamada ‘guerra por los derechos televisivos del fútbol’. La cuestión es que el grupo encabezado por Jaume Roures anunció de inmediato el lanzamiento del canal de pago Gol TV que, hasta la fecha, se ha convertido en la principal competencia del Canal + fútbol, operado por PRISA. Lo dicho: ¡intereses partidistas y económicos por todos lados! Y todo por el fútbol…

Desde el primer momento, se desató un guerra declarada por parte de El País hacia la medida tomada por el Gobierno, comenzando por un artículo titulado Desatino, escrito por Juan Luis Cebrían, consejero delegado de Prisa, en el País el 21 de agosto. En dicho artículo, Cebrián llega a comparar la medida con actuaciones de la época franquista, lo cuál no es una acusación que se deba pasar por alto. La cuestión es que, poco a poco, el tono de las noticias se fue endureciendo y se ha ido implantando desde entonces una línea mucho más crítica y atacante por parte del periódico hacia las diferentes actuaciones del Gobierno. La habitual crítica constructiva, aportando valor y soluciones, se tornó en ataques frontales aderezados con un vocabulario muy poco común hasta la fecha (lean por ejemplo el editorial En la pendiente , publicado el 16 de septiembre en portada del diario).

Se llegó a un punto en el comencé a pensar si tenía algo que ver la concesión del Gobierno con este giro editorial, hasta que leí el artículo «EL PAÍS y Zapatero: una crítica incómoda«, publicado al respecto por Milagros Pérez Oliva, defensora del lector de El País, el pasado 20 de septimbre. Mi sensación era compartida por cientos de lectores que, a través de cartas y e-mails expresaron su desacuerdo con este cambio. Simplemente increíble: la sola duda de que dicho giro editorial tenga que ver con la medida tomada por el gobierno, nos da a entender que algo grave está fallando e invita a una seria reflexión. ¿Acaso un periódico no debería ser libre para publicar lo que quiera sin ofender a sus lectores? O lo que es peor, ¿los lectores compran los periódicos para leer ‘lo que quieren leer’ o lo que realmente el diario ha querido escribir?

Si esto pasa con El País, mejor no entremos a analizar lo que pasa con medios como El Mundo, cuyo director el sr. Pedrojota se ha permitido la licencia de estar durante dos años reafirmando la teoría conspirativa del 11M según los dictados del PP (¡y aqui no ha pasado nada porque ahí sigue!) o La Cope, que ha estado durante años bajo el dominio caciquista y dictatorial de un auténtico esperpento de las ondas llamado Federico Jiménez Losantos. Y todo por no entrar a hablar de La Razón o de Público, en mi opinión, dos pseudopanfletos situados en los dos extremos de la balanza: el uno a la derecha y el otro a la izquierda… a partir de ahí, cualquier cosa vale mientras se pueda atacar a la ideología contraria… DE LÁSTIMA.

¿Qué hacer ante todo esto? Pues como siempre decimos en ECOTUMISMO, ¡no quedarnos viéndolas venir! Hay que expresar lo que muchos españoles piensan, porque no puede ser que la profesión perodística esté tan mal vista… no puede ser que cada vez que se hable del tema acabe saliendo nombres como los de Belén Esteban o María Patiño, como si fueran símbolos de algo… ¿pero qué han hecho éstas dos en su vida? Y los primeros que tenemos que expresarlo somos los propios periodistas, porque nuestro futuro está en juego. Mientras tanto, por lo menos a mí, sólo me queda esperar que este episodio de El Pais no pase de ser un simple mal trago que pronto se supere… Como ha dicho el bueno de Manuel Vicent, mi fiel acompañante los domingos a través de sus columnas, esperemos que todo esto no se convierta en un REGALO (os recomiendo la lectura de este artículo) para aquellos que están esperando ansiosos el fin de los dias de El País como periódico de referencia en España. Por el bien común, esperemos que ese día esté muy muy lejos.


Formado en comunicación y turismo, fue en el sector turístico donde precisamente comenzó a apreciar la necesidad de un giro a la hora de viajar y practicar turismo. Considera que un viaje responsable no sólo se reduce a una adecuada práctica medioambiental, sino que debe resumir todas las habilidades que se suponen implícitas a las buenas relaciones personales, aunque no siempre es así. Tal vez resulte paradójico pensar que todo viaje debe convertirse en un intercambio social y cultural, pero... ¿por qué no intentarlo? Con experiencia profesional contrastada en medios de comunicación y en entidades públicas y privadas dentro del sector turístico, es uno de los fundadores de Ecotumismo y lleva la gestión editorial y coordinación de proyectos desde su puesta en marcha en 2009. En esta última etapa de su vida profesional ha adquirido experiencia nacional e internacional en el marco de proyectos vinculados al turismo responsable trabajando como consultor freelance a través de Ecotouristing. Además ha adquirido un notable conocimiento de la realidad actual del sector del turismo rural en España, gracias a su trabajo como responsable de comunicación y coordinación de proyectos con la Fundación Ecoagroturismo. A principios de 2013 se ha incorporado al equipo del portal de turismo temático Turinea para dar soporte en tareas de comunicación y marketing, además de desarrollar el proyecto Rutas turísticas y Paisajes Sonoros. Una innovadora iniciativa para poner en valor una red de rutas turísticas basadas en experiencias sensoriales etnográfico-culturales y ambientales, con la premisa de fomentar un tipo de turismo responsable y sostenible. Se enfatizará el carácter innovador del proyecto a través de herramientas sonoras al servicio de las nuevas tecnologías, que servirán como elemento clave de conservación cultural, como instrumento de promoción y como hilo conductor de las diferentes propuestas.

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