Diez indicios para saber que estás en un destino turístico de masas y no desmayarte en el intento Turismo

El turismo y el acto implícito de viajar, como bien de consumo, comenzó por ser un lujo al alcance de las clases más adineradas, allá por los años 50 y parte de los 60. Poco a poco, la industria ha ido modelando destinos y lugares para crear un turismo de masas globalizador, accesible a las clases medias, que a partir de los tardíos años 60 y sobre todo la década de los 70, ha terminado de dar forma al turismo de masas tal y como lo concebimos en la actualidad. La evolución exponencial en las cifras no deja lugar a las dudas. De los 20 millones de desplazamientos en todo el mundo que se contabilizaron en 1950 hemos pasado a superar la histórica cifra de 1.000 millones durante el pasado 2012.

A pesar de que existen multitud de lugares que, aún así, han sabido o podido mantener su identidad a salvo, para que haya 1.000 millones de desplazamientos en todo el mundo, tiene que haber cientos de miles de destinos que acojan a toda esa gente. Sin mayor objetivo que ese… acogerles, darles una cama, una playa, comida y el cocktail  perfecto (nunca mejor dicho) para que desconecten y se dejen seducir por la hipnosis de un entorno diferente al habitual. Vaya por delante que un canario como yo, que ahora mismo vive en Baleares (dos de los mayores destinos turísticos no sólo de España, sino del mundo), sabe de lo que habla. A pesar de existir rincones mágicos y aún hoy un potencial espectacular en ambos archipiélagos, hay una serie de factores comunes que, metafísicamente hablando, unen a determinados rincones de ambos destinos. Y quién dice Canarias o Baleares, dice tantos y tantos otros lugares.

El otro día mientras me daba un paseo por la avenida marítima del Arenal, en la bahía de Palma, se me ocurrió escribir este post. Más que nada porque, tal vez (iluso de mí), haya algún despistado al que le metan gato por liebre. Un pobre iluso que se crea que va a disfrutar de las vacaciones de su vida y se encuentre de repente en medio de una jungla, con la que te entran ganas de volver al trabajo cuanto antes. Alguien desorientado como aquella pareja de brasileños con la que coincidí hace poco en un avión de Madrid a Mallorca, que me comentaron que iban a Magaluf y que llevaban soñando semanas con unas vacaciones tranquilas en la isla de la Calma (Magaluf y el Arenal vienen siendo, para el que no lo sepa, como dos perros con el mismo collar). Para esos despistados, aquí van diez indicios para tener la certeza de que te esperan unas “encantadoras” vacaciones en un destino de masas:

1. Si al caminar por tu recién estrenado destino vacacional, especialmente por el paseo marítimo, en cuestión de 20 metros ves 10 grupos de despedidas de soltero, completamente borrachos a las tres de la tarde, PREOCÚPATE.

2. Si cuatro de cada tres comercios son tiendas de souvenirs calcados en los que abundan toallas con un mapa cutre de tu destino vacacional, PREOCÚPATE

3. Si tienes la sensación de haber estado ya en ese lugar antes, a pesar de ser la primera vez que lo pisas… y de repente te topas con una serie de un McDonald’s, un Burger King y un Pans & Company, intercalados por salones recreativos, PREOCÚPATE

4. Si observas en la playa que, cada 15 metros exactos, hay un puesto que oferta barcas a pedales y paseos en bananas tiradas por lanchas, PREOCÚPATE

5. Si eres capaz de recopilar más de 10 flyers por cada 50 pasos que des para acudir a todo tipo de fiestas, saraos y guateques, con copas, chupitos gratis u ofertas de 2×1, 3×2 ó 10×5, PREOCÚPATE

6. Si en general ves a tu alrededor actitudes y comportamientos desinhibidos que no son comunes en tu lugar de origen, que en ocasiones comportan faltas de respeto hacia la poca población local que aciertas a distinguir o hacia los sufridos trabajadores de hoteles, bares o restaurantes, PREOCÚPATE

7. Si la proporción de vendedores ambulantes y buscavidas que ofrecen de todo, desde gafas luminosas hasta masajes pasando por pelucas, mecheros o fruta, es de 1 por cada 5 turistas, PREOCÚPATE

8. Si abundan los pies aderezados con calcetines y sandalias, al más puro estilo pachanguero, PREOCÚPATE

9. Si todos los restaurantes que te encuentras a tu paso son pizzerías snacks adornadas en su exterior con una flamante colección de banderas internacionales de todo tipo de países al más puro estilo Naciones Unidas, PREOCÚPATE

10. A estas alturas ya debes andar aturdido y apesadumbrado, pero queda el indicio final para salir de todo tipo de dudas: mientras ves pasar por el cielo la decimoséptima avioneta tirando un cartel que te anuncia la que puede ser la noche de tu vida en el casino de turno, prueba a coger al primer turista con el que te cruces y, con un mapa en la mano, pregúntale que dónde está situado el destino en el que te encuentras. Más que preocuparte, la respuesta probablemente hará que te DESMAYES.

Bien mirado, a lo mejor el único pobre iluso de toda historia soy yo… que me creo que puede haber alguien despistado que no sabe a lo que viene, ni lo que se va a encontrar cuando pisa un lugar así. Viendo este vídeo de la televisión alemana grabado precisamente en Mallorca, en el mismo entorno que me inspiró para escribir este post, uno se da cuenta que más bien poco (o nada) se puede hacer.


Formado en comunicación y turismo, fue en el sector turístico donde precisamente comenzó a apreciar la necesidad de un giro a la hora de viajar y practicar turismo. Considera que un viaje responsable no sólo se reduce a una adecuada práctica medioambiental, sino que debe resumir todas las habilidades que se suponen implícitas a las buenas relaciones personales, aunque no siempre es así. Tal vez resulte paradójico pensar que todo viaje debe convertirse en un intercambio social y cultural, pero... ¿por qué no intentarlo? Con experiencia profesional contrastada en medios de comunicación y en entidades públicas y privadas dentro del sector turístico, es uno de los fundadores de Ecotumismo y lleva la gestión editorial y coordinación de proyectos desde su puesta en marcha en 2009. En esta última etapa de su vida profesional ha adquirido experiencia nacional e internacional en el marco de proyectos vinculados al turismo responsable trabajando como consultor freelance a través de Ecotouristing. Además ha adquirido un notable conocimiento de la realidad actual del sector del turismo rural en España, gracias a su trabajo como responsable de comunicación y coordinación de proyectos con la Fundación Ecoagroturismo. A principios de 2013 se ha incorporado al equipo del portal de turismo temático Turinea para dar soporte en tareas de comunicación y marketing, además de desarrollar el proyecto Rutas turísticas y Paisajes Sonoros. Una innovadora iniciativa para poner en valor una red de rutas turísticas basadas en experiencias sensoriales etnográfico-culturales y ambientales, con la premisa de fomentar un tipo de turismo responsable y sostenible. Se enfatizará el carácter innovador del proyecto a través de herramientas sonoras al servicio de las nuevas tecnologías, que servirán como elemento clave de conservación cultural, como instrumento de promoción y como hilo conductor de las diferentes propuestas.

Opiniones

  1. Querido Javier:
    Terminé una carrera de «Técnico de empresas Turísticas» allá por los años 70 de la «gran crisis del petróleo», ya hace unos 40 años, durante los cuales he estado relacionado siempre con el sector turístico.
    Opino que no, que no somos unos ilusos. Que quizá puede haber alguien despistado que no sabe a lo que va, ni lo que se va a encontrar cuando pisa un lugar así. Pero te puedo asegurar que tus DIEZ INDICIOS, eran los mismos, con alguna matización hace 30 o 35 años….
    Y no es que uno se dé cuenta que más bien poco (o nada) se pueda hacer….. es que según mi punto de vista, estos enfoques y este sistema ya NO NOS SIRVEN a los ciudadanos, sí les sirve a los de siempre.. y por eso perduran.
    Un cordial saludo.

  2. tirso cabral Says: julio 3, 2013 at 1:47 am

    vivo en un destino de playa en el Caribe, específicamente en Rep Dominicana, y aunque uds tengan razón en cuanto a las valoraciones de tipo física del destino, a veces pienso que a los turistas les gusta «ese juntarse con otras gentes» y dejarse llevar por un flujo invisible de socialidad y de esa sensación de que estoy y no estoy.
    Pienso que son las personas cada una con cada interés y suenos de su tiempo libre, sea donde se encuentre. Lo veo mucho en turismo de cruceros que hacermos y a veces tengo 40 personas diferentes aunque de un mismo territorio de origen y, todos completamente todas, tienen una identidad que se conecta o no con su entorno de vacaciones o momentos de ocio.

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